"Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo." 2 Corintios 5:17 (NVI)
¡Bendiciones! Hoy quiero hablarte a ti que te encuentras triste, solo (a), desesperado(a), sin consuelo y sin rumbo. Tal vez la vida te ha dado fuerte y te sientes que no puedes más. Quisieras acabar con todo de una vez y te entiendo porque estuve ahí hace varios años atrás. Hoy quiero hablarte un poco de mí, de mi proceso y de como Dios cambio mi vida. Sé que cuando uno está deprimido lo último que quiere es escuchar a la gente aconsejarte y menos gente que no tiene la mas mínima idea de lo que es sentirse así. Pero como te dije, yo sí he estado ahí y de eso te puedo hablar; y es que a penas a la edad de 11 años sufrí la pérdida de mi padre, mi héroe aquí en la tierra. Solo poco tiempo antes de graduarme de sexto grado recuerdo como hoy, salir del baño y ver a mi sobrina pequeñita corriendo a decirme Dorca, tu papá se murió. Ahí ví como el mundo se me desborronó encima, no podía entender como Dios me podía hacer eso como me llevaría derrepente al hombre que mas amaba, como tantas oraciones no fueron contestadas y en mi cabecita lo único que corría eran muchas preguntas que parecian no tener respuestas. A eso se suma que en la escuela intermedia fui víctima de "bullying", unos estudiantes mucho más grandes que yo decidieron divertirse todo el año haciendome la vida imposible a mí. Creando en mi un monstruo de complejos, temores e inseguridades. Cada día el monstruo se hacia mas grande. Ver a mi madre luchando sola por sacarme adelante y ver a dos de mis hermanos sumergidos en la droga fue donde comencé a sumar los problemas de ellos con los míos, si los que estaban cerca de mí sufrian yo sufría y me deprimía.. El dolor me inundaba, yo seguía preguntandome el porque de tantas cosas. Pero aún así, en mí siempre existió esperanza, tenía un hambre por las cosas de Dios, le servía (a mi manera) y estaba activa en todo lo que fuera de la iglesia. Yo sabía que Dios era algo más y que en Él encontraría mi refugio pero no conocía realmente lo maravilloso que era Dios y no sabía como realmente encontrarlo.
Al pasar los años fui creciendo y mientras crecía fui buscando sentirme mejor conmigo misma, buscaba llenar mi vacío corazón y sentir la aceptación de los demás. Salía a fiestas, pubs, discotecas y bebía entre otras cosas, conocía personas que me hacían sentir bien al momento yo decía entre mí que luego de tanto rechazo y burla yo estaba en mi mejor momento y me lo iba a disfrutar. Seguí así por un tiempo y tuve un novio que me hizo sufrir mucho, yo a mi entender "perdidamente enamorada" (ja, ja, ja) y el me destrozó aún más mi corazón. Volví a experimentar el rechazo y en mi se despertó aquel monstruo del que les habia hablado. Al pasar por esta desilusión como dicen por ahí me volví loca, el enemigo invadió tanto mi mente que no tenía control de mis actos. Comencé a beber como loca y en una de las fiestesitas que asistía cometí un gran error que si no fuera por la misericordia y gracia de Dios me hubiera costado mi vida. De este suceso provocado por el mismo diablo y mis actos, caí en una gran crisis, intente quitarme la vida en varias ocasiones, solo quería morirme ya no podía con tanto dolor. Estuve internada en hospitales por un mes y medio por depresión severa. Me encontraba tan sumergida en ese abismo que andaba medicada todo el día. Ya no era yo, si no me medicaban temblaba, me daban escalofríos, era como un vicio. Una tarde en el hospital vimos como se llevaban tapada a una señora que llegó a compartir conmigo la señora se había quitado la vida y fue en ese momento donde pude ver a Dios trabajar en mí ,vendas comenzaron a caer de mis ojos y entendí que yo no pertenecia a ese lugar y recuerdo como hoy que le dije a mi doctora que necesitaba irme de allí. La doctora era cristiana y habia estado orando por mi, le dio gloria a Dios y firmó el alta. Luego de esto comienzo a ir a la iglesia nuevamente. No fue fácil ese proceso pues me me sentía sola a pesar de que iba a la iglesia no entendía que debía poner mi mirada en Dios, que de ÉL solo vendría mi ayuda. Buscaba mucho la aceptación de los demás. Era líder en la iglesia, cantaba y en fin en todo lo que hubiera de la iglesia allì estaba yo pero todavía sentia un vacío. No fue hasta que decido detenerme y allí en mi soledad y tristeza hablar con Dios. Dios comenzó a enseñarme que no era al hombre que tenía que agradar, que las cosas que hacía las estaba haciendo para recibir aprobación de los hombres y me había olvidado de lo que realmente importaba, la aprobación de Dios y no sabía que ya yo era aprobada por Él, que me amaba con amor eterno y que no importaba lo que yo hubiera hecho el había extendido su misericordia para mí. Es ahí cuando comienzo a experimentar cambios en mi vida y desde ese entonces ya no me afecta lo que otros digan o piensen de mí. Hoy, estoy casada, Dios me premió con un excelente hombre, mi amigo y mi compañero que no cambio por nada de este mundo. Aunque Dios nos lleva en otro proceso (que más adelante contaré) puedo decir que soy realmente bendecida, puedo decir que Dios nunca pero nunca nos deja. Aún en el abismo mas profundo ahí el está para rescatarte. Amiga (o) que me lees no estás sola(o) en la jornada de esta vida, Dios quiere que sepas que Él está contigo y Él es todo lo que necesitas para ser feliz. Habla con Él, déjalo que te hable, escuchalo el te va a responder. El pondrá tus pies sobre peña y enderezará tus pasos. Lee su palabra y permitele trabajar en tu vida si Dios lo hizo conmigo créeme que lo hará contigo no importa cual sea tu situación. El te ama como nadie te amará en esta vida y te quiere ver bien. Solo dí esta oración: Señor Jesús, te doy gracias por tu amor y hoy vengo delante de tu presencia porque reconozco que te necesito y que sin tí nada soy, reconozco y te confieso como mi único y exclusivo Salvador y que resucitastes de entre los muertos para mi Salvación . Entra a mi corazón, cambia mi pensar, mi caminar cambia mi vida. Tuya(o) soy.
Gloria a Dios! Si hiciste esta oración por primera vez te exhorto a que busques una iglesia cerca de ti, donde te ayudara a conocer mas de nuestro Dios y si necesitas ayuda en conseguir una no dudes en escribir y con gusto te ayudaré a ubicarte en una iglesia cercana a ti. Espero que mi testimonio haya sido de bendición para tí, si conoces a alguien que necesite leerlo sientete libre en compartir. Muchas Bendiciones hoy, mañana y siempre. Tu amiga Dorca
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