Amar Y Perdonar

"Les doy un mandamiento nuevo: Ámense unos a otros; como yo los he amado, así también ámense los unos a los otros. El amor mutuo entre ustedes será el distintivo por el que todo el mundo los reconocerá como discípulos míos." Juan 13:34-35

Amar y perdonar cuando muchos te han dado la espalda, cuando las personas en que mas confiabas te traicionaron y te lastimaron que duro es. Uno crea un caparazón donde nadie pueda entrar y donde nadie pueda dañarte. Si has leido mis pasadas publicaciones sabrás que al igual que tu muchas veces a mi también me hirieron y no solo una ni dos veces si no que han sido muchas ocasiones. Nosotros tenemos un diseño totalmente distinto, lo que para algunos puede ser algo sumamente hiriente para otros es una tontería pero en ocasiones la gente nos hiere a sabiendas y crean en nosotros las mas profundas heridas . No podemos esperar que las personas reaccionen igual que nosotros ni tengan el mismo corazón de nosotros. Pero si podemos controlar nuestra reacción hacia los demás, si podemos escoger perdonar, si podemos amar. Cuando tenemos en nuestro corazón heridas profundas debemos escoger perdonar y entregarle a Dios nuestro dolor y dejar que el nos sane. Aveces decimos que no podemos perdonar y es cierto nosotros en nuestras fuerzas no podemos pero si vamos hacia el Padre, le entregamos nuestro dolor y nuestro sentir el nos ayudará por medio del Espíritu Santo a sanar las heridas mas profundas de nuestro corazón. Al fin y al cabo si escogemos no perdonar solo nos hacemos daño a nosotros mismos y a los que nos rodean. El no perdonar te ocasiona vivir en tristeza, rencor, odio, amargura, en muchas ocasiones enfermedades, aislamiento, soledad entre otras cosas. En cambio el perdonar trae vida, amor, gozo, buenas relaciones, compañerismo, libertad y sanidad. Si alguien nos ha herido debemos escoger perdonar, tal vez la persona ni cuenta se ha dado de que te heriste y aunque se haya dado cuenta no hagamos el caparazón que tanto daño nos hace y dejemos que Dios sea quien pelee por nosotros, orando por los demas y entregandole a Dios nuestras heridas. No dejemos que el enemigo utilice el no perdon para destruirnos. Escojamos el perdonar, amar y vivir en libertad.

 »Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, Dios, su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco su Padre los perdonará a ustedes. Mateo 6:14-15

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