Te ha pasado que te levantas sin deseos, te vistes y preparas para una nueva jornada arrastrando los pies. Comienzas el día con la peor de las actitudes deseando que se termine lo mas pronto posible. Esto le podemos llamar desánimo. Si buscamos la definición de desánimo encontraremos que se define como la falta de fuerzas o energias para emprender algo. Cuantas veces nos hemos encontrado en este lugar. Los problemas de la vida nos consumen, no vemos final a lo que tanto nos atormenta, nos levantamos porque tenemos una responsabilidad porque si fuera por que quisieramos no iriamos a ninguna parte. Cuantas personas andan asi hoy en día, faltos de fuerzas, faltos de energía o faltos de ánimo. Vemos mucha gente cansadas y buscando con desespero el poder encontrar las ganas para poder hacer las cosas. Nuestras mentes se nublan de tanta presión que día a día encontramos en el mundo. El sistema de este mundo nos lleva a prisa y nos exige completar algunas cosas y cumplir con ciertas responsabilidades para tener éxito y poder subsistir. Pero que bien sería que completaramos estas tareas y responsabilidades con la mejor actitud del mundo y dejaramos que fuera el mismo Dios dandonos paz y gozo en medio de nuestro día.
Los lunes son catalogados como el día mas pesado de la semana nadie quiere que sea lunes y cuando llega el lunes trabajamos o actuamos de la peor manera. Que tal si nosotros como hijos de Dios cambiaramos esto y vieramos los lunes como un día de bendición o como una oportunidad mas de ser luz y sal en la tierra. Sabes, cada día fue creado por Dios para un propósito. Procuremos cumplir a cabalidad ese propósito. Cada mañana debemos entregarle a Dios aquello que nos atormenta, entregar nuestras cargas y pedirle que nos ayude para tener una mejor actitud frente a la vida.
Que malo es estar al lado de una persona que anda quejandose todo el día te drenan mentalmente por otro lado cuando estamos cerca de una persona que tiene una buena actitud te sientes bien, trae alegría y cambia el ambiente. Debemos ser personas que cambien el ambiente para bien. Que cuando otros nos vean se pongan contentos porque lo que nosotros cargamos les trae gozo y alegría. Recuerdo cuando trabajé en una tienda las personas me decían que con mi sonrisa les cambiaba el día, esto me llenaba de un gozo que no podía explicar. Aveces no tenía deseos de sonreir pero siempre alguien me recordaba que era de bendición a sus vidas cuando lo hacia y esto me llevaba a entender que Dios me puso en ese lugar por un propósito. Querid@ amig@ si te encuentras trabajando con público considera que Dios te ha puesto en ese lugar porque tu presencia es de gran importancia para alguien. Hay alguien que necesita hablar contigo, hay alguien que necesita ser ministrado por tu sonrisa o por tu amabilidad. No desperdicies ni un solo segundo pues fuiste creado para eso para impactar a otros con el amor de Cristo. No lo dudes ni un solo segundo. Yo le pregunte a Dios muchas veces porque tenía que trabajar en ese lugar ya que yo había estudiado para trabajar en otra área pero con el tiempo pude ver que Dios me había llevado a ese lugar con un propósito. Dios deseaba usarme para su gloria y ¿sabes que? ¡A ti también!
Que malo es estar al lado de una persona que anda quejandose todo el día te drenan mentalmente por otro lado cuando estamos cerca de una persona que tiene una buena actitud te sientes bien, trae alegría y cambia el ambiente. Debemos ser personas que cambien el ambiente para bien. Que cuando otros nos vean se pongan contentos porque lo que nosotros cargamos les trae gozo y alegría. Recuerdo cuando trabajé en una tienda las personas me decían que con mi sonrisa les cambiaba el día, esto me llenaba de un gozo que no podía explicar. Aveces no tenía deseos de sonreir pero siempre alguien me recordaba que era de bendición a sus vidas cuando lo hacia y esto me llevaba a entender que Dios me puso en ese lugar por un propósito. Querid@ amig@ si te encuentras trabajando con público considera que Dios te ha puesto en ese lugar porque tu presencia es de gran importancia para alguien. Hay alguien que necesita hablar contigo, hay alguien que necesita ser ministrado por tu sonrisa o por tu amabilidad. No desperdicies ni un solo segundo pues fuiste creado para eso para impactar a otros con el amor de Cristo. No lo dudes ni un solo segundo. Yo le pregunte a Dios muchas veces porque tenía que trabajar en ese lugar ya que yo había estudiado para trabajar en otra área pero con el tiempo pude ver que Dios me había llevado a ese lugar con un propósito. Dios deseaba usarme para su gloria y ¿sabes que? ¡A ti también!
En vez de ver lo malo o pesado del día, veamos las bendiciones que Dios nos dá. Como un nuevo amanecer, la vida, la familia la oportunidad de poder trabajar y traer el sustento a nuestros hogares y sobre todo la oportunidad de servir a nuestro prójimo. Cuando servimos y damos de lo que tenemos somos bendecidos y yo no se ustedes pero cuando yo lo hago en mi entra un gozo que no lo puedo explicar. En esta semana quisiera retarte a que no te quejes y sirvas a tu prójimo un poco mas. Haz un experimiento y busca esta semana ser mas agradecido por todas las bendiciones que Dios te ha dado y comparte con alguien mas de las mismas. Verás cielos abierto de una manera sobre natural.
Si entendieramos que nosotros somos bendición (ver Génesis 12:2) no andaríamos como andamos. Tú eres bendición a donde quiera que vas por esto busca que la bendición de Dios fluya a traves de tí declarando vida y la misma palabra de Dios en vez de palabras de quejas y desánimo. Bendice tu lugar de trabajo, tus compañeros, tu jefe, tu hogar, familia y entorno. Se un agente de cambio de atmósfera y no permitas que la atmósfera o el ambiente en el que te encuentres te cambien a ti. Siempre que vayas a quejarte por tu trabajo, recuerda hay mucha gente que se encuentra desempleada y por alguna razón no puede trabajar. Agradezcamos que nosotros si podemos hacerlo y hagamos de nuestros dias los mejores. Seamos productivos en lo poco que tenemos ahora y sin lugar a dudas Dios nos dará mucho mas de lo que podemos pedir.
Comienza tu día alabando y bendiciendo a Dios, cantando alabanzas y salmos a su nombre. Lee la palabra de Dios y declarala cada manana y verás que donde había desánimo comenzará a haber un ánimo como nunca antes. Donde había tristeza comenzaras a ver alegría y gozo y donde había escasez veras abundancia. Dios no miente y lo que esta escrito en su palabra es real y verdadero y cada una de las promesas que Dios nos ha hecho a nosotros sus hijos las veremos cumplidas. Por eso, no hay razón para vivir cabizbajos y en desánimo si tenemos fe y creemos con todo nuestro corazón veremos la gloria de Dios en nuestras vidas y en nuestro alrededor. Dios te Bendiga.
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